Lee Éxodo 15:1–18
Se ha dicho que si quieres aprender a orar, estudia las oraciones de las Escrituras. De manera similar, si queremos aprender a cantar en la adoración, podemos meditar en los cánticos de las Escrituras.
El Dr. James Coakley, profesor del Instituto Bíblico Moody, describe cuatro canciones del Pentateuco que siguen un patrón similar. En cada canción, un personaje central llama a la audiencia y proclama un mensaje de salvación. En Éxodo 15, al cual denomina el canto del mar, el personaje central es Moisés, quien guía a los israelitas a cantar al Señor un mensaje de salvación (v. 1). Y aunque debemos alabar a Dios en cualquier circunstancia, es correcto cantar porque Él nos ha salvado a través de Jesús. Es en los cánticos del Pentateuco y en toda la Biblia que vemos a Cristo y Su salvación en el centro: observa que “SEÑOR” se repite en los primeros versículos de Éxodo 15, “¡Él es mi salvación!” (v. 2).
Si bien estos cánticos del Pentateuco apuntan al Mesías, Coakley explica que estos cánticos también apuntan a nuestra esperanza futura. El final de esta canción señala el reinado milenario futuro de Cristo, cuando Él traerá a aquellos a quienes salve y los plantará en el monte de nuestra herencia, el lugar que Él ha hecho para Su morada cuando Su reino se establezca en la tierra (v. 17). De hecho, tenemos una “preciosa herencia” (Salmos 16:6).
Todo apunta a Jesús el Mesías, nuestro Salvador y Rey: Quién es, qué ha hecho y qué hará cuando regrese para juzgar y reinar en la tierra, porque “¡el SEÑOR reina por siempre y para siempre!” (v. 18). Que nuestros cánticos reflejen y sigan este modelo del Pentateuco, para que podamos creer en Sus promesas presentes y futuras en nuestros cánticos de alabanza.
Ora con nosotros
Desde los cánticos de los cinco libros de Moisés en el estudio de hoy hasta los himnos y la música de la iglesia moderna: “¡Que todo lo que respira alabe al SEÑOR!” (Salmos 150:6). Nada puede silenciar la música de adoración y alabanza.