Lee Efesios 5:19
A lo largo de la historia de la Iglesia, ha habido muchos tipos diferentes de cantos de fe. Desde el canto y el órganum (donde se añaden una o más voces a una melodía) hasta los corales, desde los himnos hasta las canciones modernas, la Iglesia tiene diferentes géneros para identificar estilos y épocas de canciones.
Hoy nos centraremos en un versículo en el que Pablo designa tres tipos de cantos para el pueblo de Dios: salmos, himnos y cánticos espirituales (también en Colosenses 3:16). Se ha hablado mucho de lo que significan y de lo que significaron para la Iglesia primitiva. En resumen, nadie lo sabe con certeza. Pero una cosa es segura: los salmos son salmos. Es decir, los primeros cristianos (incluido Pablo) sabían que los salmos eran parte de la Palabra de Dios junto con los escritos de Moisés (la Torá) y los profetas, entre otros libros de nuestro Antiguo Testamento actual.
Entonces, cuando vemos un llamado a cantar y dirigirnos unos a otros en los salmos del nuevo pacto, podemos estar seguros de que de hecho es un llamado para que nuestras iglesias locales canten letras directamente de los salmos o basadas en ellos. Y cuando lo hacemos, ¡qué bendición puede ser! Jesús resucitado dijo a Sus discípulos que “tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos” (Lucas 24:44). Cuando cantamos los salmos, cantamos a Cristo y la Palabra.
¿Qué pasa con los himnos y cánticos espirituales? Si bien no podemos estar seguros, la palabra griega para himnos se refiere a un canto de alabanza u oda a un dios. Si es así, los himnos pueden verse como letras de canciones que alaban y honran a Dios, honran a Cristo. Las canciones espirituales implican canciones más personales del espíritu humano que se conectan con un poder divino. Y los salmos contienen ambos: cánticos que alaban quién es Dios y le honran con emociones y lenguaje personales dirigidos a Él.
Ora con nosotros
Qué gozo es indagar formas y patrones de adoración tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento este mes. Es un privilegio, Señor, enaltecer Tu nombre con salmos, himnos y cánticos espirituales.