Hitler decide romper el pacto de no agresión con la Unión Soviética, pero su invasión que estaba planeada para mayo del 41 se acaba retrasando cinco semanas para ayudar al ejército italiano, el cual tenía problemas tanto en el Norte de África como en Grecia. Finalmente la invasión fracasa en enero del 43 con la derrota del VI ejército del general Paulus en Stalingrado.