Para terminar con la lucha de facciones aristocráticas en la antigua Atenas se estableció un gobierno del pueblo. Fueron varios los legisladores que dieron paso a ello: Dracón, Solón y el más importante de todos ellos Clístenes. Este llegó a establecer una asamblea ciudadana a la que acudían 6000 miembros y en la que se votaban todos los asuntos importantes.