Ahí tienes tú (así empezaban los cuentos de mi infancia) que en los años 80 nacía un niño en un pueblo del norte de España, un pueblo con mar. Nació con destino musical: creció escuchando los cassettes en el coche de sus padres, y a sus 17 no pudo cargar con el piano, pero sí con la guitarra; con ella a cuestas, se despidió de casa.