Una mujer se muda a un edificio antiguo. En el pasillo del quinto piso hay una ventana que nunca se abre. Todos evitan caminar por delante de ella después del atardecer. Dicen que si te detenés frente a esa ventana… podés ver tu reflejo, aunque sea de noche.
Y que si te quedás mirando lo suficiente… algo del otro lado se mueve antes que vos.

Una mujer se muda a un edificio antiguo. En el pasillo del quinto piso hay una ventana que nunca se abre. Todos evitan caminar por delante de ella despu&eacute;s del atardecer. Dicen que si te deten&eacute;s frente a esa ventana&hellip; pod&eacute;s ver tu reflejo, aunque sea de noche. Y que si te qued&aacute;s mirando lo suficiente&hellip; algo del otro lado se mueve antes que vos.

Historias de terror narradas en primera persona que podrían ser reales… o no. Cada episodio de “No Abras la Puerta” te invita a entrar a lo desconocido, pero cuidado: una vez adentro, no siempre hay salida. Producido por Podlatino.com.

Historias de terror narradas en primera persona que podr&iacute;an ser reales&hellip; o no. Cada episodio de &ldquo;No Abras la Puerta&rdquo; te invita a entrar a lo desconocido, pero cuidado: una vez adentro, no siempre hay salida. Producido por Podlatino.com.

No Abras la Puerta

La ventana del pasillo

Cada madrugada, a la 1:13 AM, una mujer escucha una interferencia en su radio de mesa. Una voz interrumpe la señal con un mensaje dirigido a ella: menciona cosas que solo ella sabe. Al principio piensa que es una coincidencia. Hasta que la voz empieza a anticipar cosas…
Y un día, le dice:
“No mires atrás.”

Cada madrugada, a la 1:13 AM, una mujer escucha una interferencia en su radio de mesa. Una voz interrumpe la se&ntilde;al con un mensaje dirigido a ella: menciona cosas que solo ella sabe. Al principio piensa que es una coincidencia. Hasta que la voz empieza a anticipar cosas&hellip; Y un d&iacute;a, le dice: &ldquo;No mires atr&aacute;s.&rdquo;

Frecuencia 13

Desde niña, una mujer sentía que algo se escondía bajo su cama. Pensó que lo había superado. Años después, ya adulta, vuelve a casa de su infancia y duerme en el mismo cuarto. Una noche, escucha una respiración. Al asomarse… no hay nada.

Pero cada mañana, la colcha aparece levantada.
Y una nota manuscrita sobresale desde abajo:
“Gracias por dejarme salir un rato.”

Desde ni&ntilde;a, una mujer sent&iacute;a que algo se escond&iacute;a bajo su cama. Pens&oacute; que lo hab&iacute;a superado. A&ntilde;os despu&eacute;s, ya adulta, vuelve a casa de su infancia y duerme en el mismo cuarto. Una noche, escucha una respiraci&oacute;n. Al asomarse&hellip; no hay nada.
Pero cada ma&ntilde;ana, la colcha aparece levantada. Y una nota manuscrita sobresale desde abajo: &ldquo;Gracias por dejarme salir un rato.&rdquo;

Debajo de la cama

Una mujer hereda los muebles de su tía fallecida. Entre ellos, hay un viejo armario de madera maciza. No tiene llave. No se puede mover. No refleja sombra. Cada noche, escucha que algo se raspa desde adentro. Una noche, la puerta aparece entreabierta… aunque ella nunca la abrió.

Una mujer hereda los muebles de su t&iacute;a fallecida. Entre ellos, hay un viejo armario de madera maciza. No tiene llave. No se puede mover. No refleja sombra. Cada noche, escucha que algo se raspa desde adentro. Una noche, la puerta aparece entreabierta&hellip; aunque ella nunca la abri&oacute;.

La ventana del pasillo

No Abras la Puerta

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