«Es un deber de gratitud honrar a todos nuestros héroes» eran las solemnes palabras que resonaban hace unos días en la ceremonia celebrada en la iglesia castrense de San Francisco. La ciudad gallega de Ferrol vivía una jornada de justicia histórica. La Academia de Caballería del Ejército de Tierra español erigía una placa granítica sobre la tierra donde está enterrado sus más antiguo e ilustre caballero: Alonso Pita da Veiga.