En la España de los 80, la de la movida y las drogas duras, V decide pedir una excedencia y salir de la policía. Tras formarse en el extranjero como analista de información y en temas de marcas y patentes, V recibe un extraño encargo de un despacho de abogados. Tendrá que trabajar para los intereses de una secta que acaba de aterrizar en España desde otra galaxia: la iglesia de la Cienciología.
La secta encarga desactivar a un joven artista que ha montado un centro de desintoxicación similar al que ellos tienen. El artista sufre un montaje que acaba con él en la cárcel. V está a punto de sufrir un revés que podría tumbar para siempre su carrera pero el caso se empantana en los juzgados sin que los investigadores puedan probar qué es lo que ha pasado realmente.