Amiga del modisto Roy Halston, compañera de confidencias de Diane von Furstenberg y diseñadora de espíritu libre e indomable, la italiana Elsa Peretti revolucionó el mundo de la alta joyería gracias a la inspiración que encontró en sus viajes a Barcelona. Una artista que reivindicó la independencia profesional y emocional femenina y que llegó a cancelar una boda para encontrar su propio camino enfrentándose así a su padre. Una vida que exprimió al máximo convirtiéndose no solo en la diseñadora fetiche de Tiffany & Co, sino también en una firme defensora de la preservación de la cultura y la educación. Pasó sus últimos años en Sant Martí, un pequeño pueblo de Girona, en la casa que antes había pertenecido al bailarín Antonio Gades. Su labor de mecenazgo desde el año 2000 con su fundación Nando y Elsa Peretti, en recuerdo de sus padre, la llevó a recibir el Premio Nacional de Cultura de Cataluña 2013.