Daniel Muñiz y su novia Pilar habían ido a la agencia de viajes, pero antes de entrar miraron los escaparates. Allí vieron el cartel de Rumanía, cuanto antes se apuntara, mejor. Mientras Daniel hablaba con uno de los empleados, Pilar pensaba en que nunca había sido consciente de que pudiera ir tan lejos. También pensaba en su boda. Una esteticién que pensaba que iba pasar su vida haciendo uñas y que se iba a casar con un millonario.