Arturo Valdés se hallaba tendido en el suelo... tratando de llegar al teléfono y pedir auxilio. Sufría un ataque al corazón pero no murió en aquella ocasión. Según el médico que le atendió, le debió la vida a su hija, María Eugenia, que consiguió avisar a tiempo.
Tiempo después, ya instalado en la clínica, Arturo recordaba lo sucedido mostrándole todo su amor a María Eugenia.