Doña Isabel Gamboa, viuda de Arellano, creía que el mundo estaba contra ella y le pagaba con la misma moneda. Era inútil que José Ramón, su único hijo soltero hubiera viajado lejos de ella.
Considera que el matrimonio de sus hijos es una traición. José Ramón lee el mensaje de un anuncio de publicidad "¿Por qué no viene usted con nosotros a Rumanía?".