Tudor nunca ha estado enamorado, sus vida son sus alumnos y nada más. Su futuro sentimental lo dejaba en manos del destino aunque en numerosas ocasiones se preguntaba dónde estará la mujer que será su esposa.
Piensa que no habrá ninguna mujer tan maravillosa como lo fue su madre. Ella sacó a su familia adelante y la recuerda y admira con mucha emoción. La patrona Helena le recomienda que vuelva a sus raíces para encontrar ese gran amor.
¿Encontrará Tudor su gran amor?