En los 70, Barbate era un pueblo con una economía floreciente, basada en la pesca. Pero Barbate ya no vive solo de eso. Para muchos, hay un elemento silencioso y omnipresente que controla la economía y la vida del pueblo. Paseamos por las calles de El Pinar, una de las zonas más castigadas por el desempleo y principal punto de venta de droga en el pueblo, y conocemos qué significa vivir allí gracias a Débora, vecina del barrio.