Durante toda la investigación del caso, el periodista Carles Porta, se pregunta cómo David había podido burlar test psicológicos, visitas de la Generalitat y de la fundación de acogida durante 17 años. Era un hombre querido y apreciado por su entorno, todos le consideraban una buena persona, ¿quién iba a sospechar de un hombre que dedicaba su vida a cuidar de niños desamparados?
La suerte le acompañó durante demasiado tiempo. De hecho, dos años antes de su detención hubo un episodio que pudo cambiarlo todo, ¿qué pasó? ¿Por qué se quedó en una simple anécdota?