Puede que un bocadillo tirado en una cuneta de Cataluña haya sido el detonante de una crisis sanitaria, económica y diplomática. Se cree que el embutido estaba contaminado, que un jabalí se lo comió y se infectó de peste porcina africana, un virus que hace 30 años que no veíamos en España. La enfermedad no afecta a los humanos, pero puede golpear muy fuerte a la industria del cerdo, que mueve miles de millones.
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