Lee Mateo 6:25–34
En mi oficina en el trabajo tengo una pequeña piedra que me regalo una de mis hijas. El frente está pintado con un campo de girasoles. En la parte de atrás está Lucas 12:27: “Fíjense cómo crecen los lirios. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos”.
Jesús pronunció palabras similares en Mateo 6. Enseñó que la comida no es nada de qué preocuparse o estar ansioso (vv. 25–27). Ciertamente es una necesidad legítima, pero hay abundante evidencia en la naturaleza y la historia de que Dios se preocupa por nosotros y proveerá. El pasaje paralelo de Lucas se refiere a los cuervos (Lucas 12:22–31). Probablemente esta sea una alusión alentadora a la historia de Elías y cómo fue alimentado por los cuervos durante una sequía (1 Reyes 17:1–6).
De manera similar, no debemos preocuparnos ni inquietarnos por la ropa (vv. 28–30). Así como Dios alimenta a los pájaros, también “viste” las flores. Es más, su “ropa” no es minimalista sino extravagantemente hermosa. A pesar de su fugacidad, a pesar de su falta de costura o hilado, superan en vestimenta a Salomón. ¿Las conclusiones obvias? Primero, la preocupación es completamente inútil. Segundo, Dios nos ama y valora mucho más que los pájaros o las flores. Tercero, se puede confiar en que Él proveerá para nuestras necesidades.
Las personas que no conocen a Dios corren tras las cosas temporales, por lo tanto, nosotros no deberíamos (vv. 31–32). Dios conoce nuestras necesidades y debemos confiar en Él (ver Filipenses 4:6). ¿En qué deberíamos enfocarnos? “Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia” (vv. 33–34). Esta debería ser nuestra principal prioridad. Cuando se trata de comida, ropa y cosas así, “el día de mañana traerá sus propias preocupaciones” (v. 34 NTV). La ansiedad por el futuro cuando Dios ya lo tiene cubierto es inútil e indica la falta de fe.
Ora con nosotros
Padre Dios, ¿por qué nos preocupamos, cuando Tu Palabra nos dice una y otra vez que por nada nos inquietemos? Quita el miedo al futuro, Señor, aumenta nuestra fe, ayúdanos a confiar en Ti en todas nuestras circunstancias. ¡Tu misericordia es nuestro refugio!