Lee 2 Reyes 4:1–44
Cuando los tiempos se ponen difíciles, tendemos a cuestionar verdades fundamentales de la vida, preguntándonos: ¿Dónde está Dios? ¿Es lo suficientemente poderoso para ayudarme? ¿Proveerá para mis necesidades básicas? Y si no lo hace, ¿por qué no?
La vida en Israel durante el reinado de Acab y Jezabel era difícil. La sequía de tres años había causado una hambruna, y aunque había vuelto a llover, la recuperación fue lenta. La gente seguía sufriendo. En medio de ese sufrimiento, habría sido tentador creer que el Dios de Israel era débil, y que tal vez Baal podría hacer un mejor trabajo al proveer para sus necesidades básicas. Después de todo, los cananeos lo adoraban como el dios del trueno, la lluvia, la fertilidad y la vida.
Estos actos poderosos de Dios a través de Eliseo fueron diseñados para mostrar que Yahweh es el Dios de todas esas facetas de la vida y el único Dios. Con la viuda que no tenía qué comer, Dios mostró que podía proveer incluso para los más bajos de la sociedad (vv. 1–7). En la historia de la mujer sunamita (4:8–37), Dios demostró que Él tiene el control de la fertilidad, así como de la vida y la muerte. Luego, en la historia del guiso envenenado y del sirviente con comida limitada (vv. 38–44), Dios mostró que Él puede proveer e incluso multiplicar el alimento para Su pueblo. ¿Por qué contar estos eventos aparentemente aleatorios? Porque demostraron que Yahweh, no Baal, era Dios para un pueblo que estaba muy tentado a creer lo contrario.
Sin duda, Israel estaba sufriendo bajo la mano de juicio por su pecaminosidad, pero el pueblo fiel también estaba sufriendo. ¿Dónde estaba Dios cuando lo necesitaban? Él estaba allí mismo proveyendo de acuerdo con Su plan. Estaba dejando en claro que a pesar de la hambruna, a pesar de la realidad de la muerte, a pesar de sus recursos limitados, Él todavía estaba allí.
Ora con nosotros
Dios Todopoderoso, ¡Te alabamos por Tu gentileza y fidelidad hacia nosotros! Concédenos perseverancia para seguirte, resistencia para confiar en Ti, fe para huir de los dioses falsos y amor para contarles a los demás acerca de Tu salvación en Cristo.