Lee Mateo 18:15–20
Una banda sinfónica está compuesta por músicos que tocan diferentes tipos de instrumentos. Está la sección de instrumentos de viento con clarinetes y saxofones. La sección de metales cuenta con trompetas y trombones. A ellos se unen instrumentos de cuerda como el violín y el violonchelo. Cada uno produce un sonido único. Pero cuando los músicos tocan juntos, guiados hábilmente por su director, producen una música armoniosa y hermosa.
Mateo 18:15–20 enfatiza la importancia de que los creyentes vivan juntos en hermosa armonía, pero hay una fuerza poderosa que puede hacer que esto funcione: la presencia del Señor mismo. “Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (v. 20).
Mucha gente ha asociado este versículo con personas que se reúnen para orar. Y si bien la oración en grupos es ciertamente algo bueno, el enfoque central de este pasaje es el proceso de restaurar a los creyentes extraviados (v. 15). Jesús claramente quiere que Sus discípulos sepan que si nosotros, como creyentes, emprendemos la difícil tarea de restaurar a otros en el nombre de Jesús (v. 20) dentro de la iglesia, Él estará allí, entre nosotros, ayudando a que eso suceda.
El objetivo aquí es la reconciliación, no la condena. Estamos llamados a resolver los conflictos con gracia y amor, esforzándonos por mantener la unidad entre los creyentes. Dios está en el negocio de la restauración, por eso Jesús promete Su propia presencia para ayudar a los creyentes en ese difícil proceso. Al reflexionar en este pasaje, recordemos las palabras del Salmo 133:1: “¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!” Luchemos por la unidad y la reconciliación, creando espacio para que la presencia de nuestro Señor se mueva entre nosotros para restaurar a los que se están extraviados. Al reunirnos en Su nombre, podemos estar seguros de que nuestro Señor nos está guiando y bendiciendo con Su presencia divina.
Ora con nosotros
Señor, Tu promesa de estar con nosotros de una manera especial cuando nos reunamos nos impulsa a esforzarnos por la unidad, la reconciliación, la gracia y el amor en nuestras iglesias. ¡Restaura a los que se han extraviado! Tráelos de vuelta, oramos.