Valeria ya tiene hasta sueños eróticos con Víctor. Lola, Nerea y Carmen están mordiéndose hasta los muñones deseando que cuente todo. Valeria insiste en que jamás entrará al "antro de perversión" de Víctor porque su vida es Adrián. Adrián, su marido, con el que convive y, sin embargo, está tan lejos. "Tenemos que hablar" le dice.
Demasiado fácil ha sido para nuestra protagonista coger el teléfono y llamar a Víctor. Se relaja, se acerca, se quita los zapatos, comienza el masaje... "mejor sería que te quitases el vestido". Si no estuviera Adrián, Valeria y Víctor follarían hasta que se cayeran las paredes.