Cada día está Valeria más distante de Adrián... y de la novela. Las cosas no están yendo nada bien, digamos la vida de Valeria está "en modo pause". Pero, de pronto, una llamada inesperada rompe con la monotonía y la tristeza: Víctor le está esperando en la calle para ir a tomar algo. Coqueteos, jugueteos entre soltero y casada, invitaciones a camas ajenas...
Una cosa es buscar una mujer para pasar un buen rato y otro es... Valeria. La tarde se calienta y nuestra protagonista está jugando con fuego. Lola le manda una nota de voz y le advierte: "Valeria, en cuanto te descuides, te vas a encontrar follándote a Víctor en un portal".