Álex, la veinteañera morenaza ayudante de Adrián, el marido de Valeria. Todo este tiempo había pensado que Álex era un chico, friki, aburrido; ahora Álex es una amenaza directa. Cualquier tiempo extra que pase Adrián en el estudio es motivo de sospecha. Los celos de Valeria están en su máximo apogeo: mimos, duchas conjuntas, frases subidas de tono y... por supuesto, las preguntas indiscretas acerca de Álex. Comienza el interrogatorio.
Por su parte, Lola no sabe qué hacer con Sergio. Tiene una novia por ahí y Lola lo quiere sólo para él. Y esto nos pasa mucho a todos y todas, que nuestros problemas sentimentales no sabemos gestionarlos pero tenemos claro los errores de las relaciones ajenas. Lola le dice a Valeria que aunque coma ensalada y tomes coca-cola light, Adrián no la va a querer más. Lo importante es estar bien con una misma y lo demás, vendrá solo.