De niña, huyendo del maltrato intrafamiliar en su casa ingresó en la guerrilla Puerto Gaitán, Meta. Durante su estancia en el grupo armado se quedó embarazada y los jefes del frente intentaron que abortara. Cuando el pequeño nació se le entregó a otra persona para que lo criara. Allí estuvo 9 años y después decidió escapara y rescatar a su hijo. Hoy en día vive en Bogotá con su hijo y trabaja como empleada doméstica.