El Gobierno ha anunciado esta semana cincuenta nuevas posibles subidas de impuestos, entre las que se incluye un nuevo impuesto a la banca. Los expertos lo ven contraproducente: «La banca se ha gestionado muy bien durante estos años. Está mucho más saneada y tiene un colchón de capital muy potente, adquirido además en una época en la que los tipos de interés eran negativos y la economía no iba bien. Ahora no podemos olvidar lo fácil que es darle un golpe a los bancos y que se genere una crisis financiera», señala Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, en una conversación que puede oírse pulsando en el enlace que hay bajo estas líneas.
Tanto él como Rafael Pampillón, catedrático de la Universidad CEU San Pablo, coinciden en que la banca aprendió mucho de la crisis de 2008 y sería «una locura» volver a ponerle este tipo de palos en las ruedas.
Lacalle señala que el impuesto que se quiere poner ahora a los bancos «no tiene ningún sentido», y que ya el gravamen de los dos últimos años era «confiscatorio, completamente injustificado y anticompetitivo. Ahora intentan crear otro impuesto que va directamente contra los consumidores y los clientes del sector bancario».
El economista y Pampillón hablan también del impuesto al diésel propuesto por el Gobierno: «Vuelve a demostrarnos que cuando un Gobierno incentiva un cambio tecnológico o hacia una forma de de transporte, detrás viene una subida de impuestos. La razón por la que se incentivó el diésel era precisamente porque había unos beneficios fiscales y porque era menos contaminante. Ahora que el diésel es el más importante, le suben los impuestos. Estamos con una política completamente confiscatoria». «Hay que prestarle mucha atención a la facilidad con la que los gobiernos asumen que los beneficios de los bancos son una especie de cuestión garantizada. Por otro lado, el Gobierno habla de los beneficios de los bancos en términos absolutos, algo que no tiene ningún sentido. Un banco que gana 2.000 millones pero invierte 45.000, obviamente gana bastante menos que Yolanda Díaz, que gana 84.000 euros y no invierte nada», apunta Lacalle.