Valencia esconde en sus calles fragmentos de su historia, elementos que aunque muchas veces puedan pasar desapercibidos, siguen siendo parte fundamental de la identidad de la ciudad. Hablamos de los rótulos comerciales antiguos, esas señales que cuentan historias de negocios, familias y épocas pasadas. En este segundo episodio de 'Los verbos de la Cultura', el verbo elegido es "recordar", y lo hacemos a través de un viaje por los vestigios tipográficos que sobreviven en nuestras calles.
Miguel Maestro, diseñador gráfico y creador de "Tipos que importan", una plataforma dedicada a la recuperación y conservación de los rótulos comerciales valencianos, nos acompaña en este recorrido por las calles de Valencia. Para Miguel, estos rótulos son mucho más que un recurso estético: son fragmentos de nuestra memoria colectiva, testigos de la evolución de la ciudad y del paso del tiempo. “Recordar no es solo mirar atrás, es también valorar lo que nos define y nos conecta con nuestro pasado”, asegura Miguel.
En nuestra primera parada, nos detenemos frente al rótulo de la antigua papelería Recoil, ubicado en la calle del Mar. Aunque hoy el local alberga la tienda del Centro de Arte Hortensia Herrero, el rótulo histórico se ha conservado. Este cartel, pintado a mano sobre un soporte de madera, es testimonio de una forma de hacer que está desapareciendo: la artesanía en la tipografía, el trazo único y las imperfecciones que otorgan calidez. En las palabras de Miguel, "lo bonito de las cosas dibujadas a mano es esa artesanía que desprenden y el carácter único de cada letra".
El recorrido nos lleva también a la fachada de la tienda de la Unión Musical Española, un rótulo de panel cerámico que ha perdurado gracias a la protección otorgada al edificio. Las letras cerámicas, con sus detalles de relieves y brillos al sol, muestran un trabajo que trasciende lo comercial para convertirse en arte público. En contraste, Miguel se detiene frente al nuevo rótulo del local de enfrente, donde la Unión Musical se mudó, ahora un simple vinilo que carece de la presencia y la historia que transmite el original. "Es muy difícil trasladar el valor histórico a un rótulo moderno de vinilo", reflexiona Miguel, lamentando cómo muchas veces la identidad histórica de un comercio se pierde en aras de la modernización.
Estos rótulos no solo nos hablan de los negocios que los encargaron, sino también de los oficios que los hicieron posibles. Los rotulistas eran artistas cuyas obras, muchas veces anónimas, aún podemos observar en las calles de Valencia. Rótulos de panel cerámico, de vidrio pintado o pintados directamente sobre la pared, cada uno con sus técnicas y particularidades, forman parte del paisaje urbano y son testigos de la riqueza artesanal de la ciudad. Miguel Maestro señala que algunos de estos rótulos conservan la firma del autor, especialmente los de panel cerámico y vidrio, algo que lamentablemente no sucede con la mayoría de los rótulos actuales.
Uno de los casos más interesantes es el rótulo de la joyería orfebrería de 1940, elaborado manualmente por el orfebre Pajarón, quien también trabajó en la Catedral de Valencia. Este rótulo dorado, en contraste con la fachada gris, resalta por su elegancia y muestra cómo la tipografía también puede ser una forma de arte. Miguel destaca cómo cada elemento de estos rótulos, desde el material hasta la composición de las letras, tiene una historia que contar y un valor que aún hoy es contemporáneo.
A pesar de los esfuerzos por preservar estos elementos, la realidad es que muchos rótulos históricos han desaparecido debido a la modernización y al cambio de usos de los locales. "Al final, todo depende del criterio del comerciante que va a abrir la tienda, y del valor que perciba al mantener un rótulo histórico", explica el diseñador.
En el episodio también se aborda la importancia de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger estos rótulos, que forman parte del patrimonio cultural de la ciudad. "Tipos que importan" busca precisamente divulgar y poner en valor estos elementos para que la nueva generación de comerciantes considere mantenerlos. En sus palabras, "la ciudad es cosa de todos, y cada uno puede aportar su granito de arena en la recuperación y conservación del rótulo comercial valenciano".
El episodio de 'Los verbos de la Cultura' nos invita, a través de la mirada de Miguel Maestro, a recordar y valorar estos fragmentos de nuestra historia que siguen presentes en las fachadas de Valencia. Recordar no es un acto pasivo, es una acción que construye el futuro, y cada rótulo que se preserva es un testimonio de quienes fuimos y de quiénes somos. La cultura, como bien se dice en el podcast, no es algo estático, es un verbo que nos impulsa a actuar, a proteger y a recordar.