Le llaman el elfo de las abejas por su tamaño. Es la criatura más pequeña de este bosque. Se alimenta de néctar y miel, y pasa tan desapercibido que apenas se le ve en alguna ocasión. Mira, revolotea, pero interactúa poco, ya que el resto de vecinos le parecen muy grandes y peligrosos. Es un voyeur y es una lástima para la Red que no aporte más, pero un pájaro tan pequeño puede, en ocasiones, ser el disfraz que oculta a una discreta reina.