Entramos en la Unión Europea y nos sincronizamos con el sistema. Vamos tan lanzados que incluso celebraremos unos Juegos Olímpicos. Los 80 aceleran el cambio, la modernidad, la apertura. Pero los retos nos remontan a problemas que no se solucionan con unas elecciones: ETA supera una frontera inexplorada.
La revolución silenciosa de la informática está sucediendo y se dice que todo el mundo tendrá un ordenador, que incluso el médico nos podrá atender telemáticamente. En apenas tres años pasaron de una sola pantalla en el salón a la maraña de cables del micro ordenador.