En este episodio, reflexionamos sobre el valor humano más allá de logros profesionales, personales y validación externa. Sobre la capacidad que tenemos de reparar nuestras heridas emocionales abriéndonos al amor y a la consciencia divina, esto puede ser lo más similar a hacer “Kintsugi” (técnica japonesa para reparar piezas de cerámica con resina y polvo de oro) con cada una de las “grietas” que van quedando en nuestra alma después de una situación difícil. Comprendiendo que esos grandes retos solo vienen a traernos grandes aprendizajes, aumentando nuestro valor personal. Si te gusto esta cápsula reflexiva recuerda compartirla en tus historias de Instagram etiquetando @angelica_lighten Un abrazo enorme y mucha luz para tu corazón.