Osborne ya existía cuando se inventó la máquina de vapor y es una de las 100 compañías familiares más antiguas del mundo. Crearon la imagen de un toro para promocionar un brandy y el animal llegó a estar representado en más de 2.000 vallas hasta que un decreto prohibió la publicidad en la carretera. El toro, que iba camino del matadero, recibió una suerte de indulto cultural y hoy se ha integrado en el paisaje español.
Esta familia, que domina el mundo del vino y el jamón, está inmersa en una estrategia de diversificación, con la compra de otras empresas, e internacionalización, con el aterrizaje en nuevos mercados.