Cuando te reencuentras con los amigos de siempre, a veces cae ese partido, ahora, seguramente, sea de solteros contra casados (siendo este segundo grupo el que más crece) y, cuando acabas te sientes como si aún tuvieses quince otra vez, aunque el cuerpo diga lo contrario. Muchos buenos momentos ya pasaron, pero siempre pueden volver con más emoción. Lo importante no es el qué, sino el con quién.