Y hoy venimos con una historia de carácter social que, irónicamente, se desarrolla en un país que profesa la igualdad como su bandera absoluta, muy a pesar de que, tal vez, esa igualdad no es más que una masificación de la miseria. Hoy les voy a contar la historia de un hombre que decidió que su destino no era digno de él. Hoy les voy a contar la historia de otro enajenado más, esta vez, de orden comunitario. Hoy les voy a contar la historia de Yang Xinhai… El Monstruo Asesino.