Desde pequeños, siempre se nos enseña a no aceptar regalos de extraños. Monstruos disfrazados de ovejas que buscan aprovecharse de nuestra inocencia para cazarnos y saciar sus más oscuros deseos. Dicen por ahí que caras vemos, corazones no sabemos, y la historia de Dean Corll, Candyman, es muestra de ello. Conozca su historia en el capítulo 105 de SerialMente.