La pasada semana, la aplicación de compra de criptomonedas Coinbase se convirtió en la más descargada en Apple Store en EEUU. En Argentina, hasta dos millones de sus 44 millones de habitantes tienen cuentas en este tipo de activos para evitar la pérdida de valor del decadente peso argentino. En países como Venezuela, Irán, Pakistán o Nigeria, hasta el estado se implica en el minado de nuevos Bitcoins para financiarse o hacer frente a sanciones internacionales. Cada vez más empresas, instituciones y particulares confían en la red descentralizada más grande del mundo como reserva de valor y sustituto del oro. Las grandes potencias ya compiten por hacerse con su minería y captar, de esa manera, la riqueza deflacionaria de los tres millones de Bitcoins (del total de 21 millones) que aún quedan por minar.
¿Marcará el invento de Satoshi Nakamoto un antes y un después en la geopolítica mundial? ¿Asumirán los estados la inversión en bitcoin como parte de su sistema? ¿Veremos alguna vez el bitcoin formar parte de los tesoros nacionales igual que ha sucedido con el oro durante siglos?
Para contestar a estas preguntas contamos hoy con Emérito Quintana, asesor del fondo Numantia Patrimonio Global y gran estudioso de esta criptomoneda y Adolfo Contreras, uno de los mayores expertos españoles en este tipo de activos.