El 1 de julio de 2019 se cumplirán cuatro años de la entrada en vigor de las reformas del Código Penal y de la Ley Orgánica de la Seguridad Ciudadana, es decir, la Ley Mordaza. Cuatro años bajo una ley que ha limitado la libertad de expresión y otros derechos de los ciudadanos. Y, aún sin datos de 2018, con una recaudación de casi 270 millones de euros en multas. 

La libertad de expresión se empaña cuando la propia libertad viene previamente delimitada por terceros y sobre todo si, como en este caso,  las limitaciones son propuestas por el Gobierno. 

<p>El 1 de julio de 2019 se cumplirán cuatro años de la entrada en vigor de las reformas del Código Penal y de la Ley Orgánica de la Seguridad Ciudadana, es decir, la Ley Mordaza. Cuatro años bajo una ley que ha limitado la libertad de expresión y otros derechos de los ciudadanos. Y, aún sin datos de 2018, con una recaudación de casi 270 millones de euros en multas.&nbsp;</p><p>La libertad de expresión se empaña cuando la propia libertad viene previamente delimitada por terceros y sobre todo si, como en este caso,&nbsp; las limitaciones son propuestas por el Gobierno.&nbsp;</p>

No hay secreto mejor guardado que aquel que conocen todos. El silencio que provoca el exceso de ruido. El desánimo que produce la constate agitación. Los desahucios, la guerra de Yemen, el resurgimiento de líderes autoritarios, las matanzas en países como Colombia o México o los derrumbamientos de fábricas textiles en Bangladesh son algunos de los secretos que se gritan a voces.  Sin embargo, los secretos, la verdad, se diluye y se filtra entre el ruido empapando muchos de nuestros movimientos y llegan a nuestra vida: la ley mordaza, la venta de armamento, las fake news, la muerte por la tierra o la mercantilización de cada aspecto de la realidad.

No hay secreto mejor guardado que aquel que conocen todos.

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