Cambio es la palabra del presente y del futuro; pese a ello, es común aferrarnos a la misma forma hacer las cosas, a la «vieja normalidad». Por ejemplo, en la política esa «vieja normalidad» supone un modo de practicarla basado en la polarización y la división, en el que se realizan diagnósticos superficiales sobre los problemas de la sociedad, concentrándose más en atacar y defender que en buscar el bienestar de todos. No obstante, priorizar los intereses individuales sobre los colectivos no es exclusivo de los políticos.

<p>Cambio es la palabra del presente y del futuro; pese a ello, es común aferrarnos a la misma forma hacer las cosas, a la «vieja normalidad». Por ejemplo, en la política esa «vieja normalidad» supone un modo de practicarla basado en la polarización y la división, en el que se realizan diagnósticos superficiales sobre los problemas de la sociedad, concentrándose más en atacar y defender que en buscar el bienestar de todos. No obstante, priorizar los intereses individuales sobre los colectivos no es exclusivo de los políticos.</p>

Información, recomendaciones y sugerencias respecto a temas relacionados con empresas, los puntos a mejorar en las organizaciones, así como pautas para mejorar el perfil.

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