Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas. Desde mi boca llegará hasta el cielo lo que estaba dormido sobre tu alma. 
Es en ti la ilusión de cada día. Llegas como el rocío a las corolas. Socavas el horizonte con tu ausencia. Eternamente en fuga como la ola. 
He dicho que cantabas en el viento como los pinos y como los mástiles. Como ellos eres alta y taciturna. Y entristeces de pronto, como un viaje. 
Acogedora como un viejo camino. Te pueblan ecos y voces nostálgicas. Yo desperté y a veces emigran y huyen pájaros que dormían en tu alma.

<div>Para mi corazón basta tu pecho,&nbsp;</div><div>para tu libertad bastan mis alas.&nbsp;</div><div>Desde mi boca llegará hasta el cielo&nbsp;</div><div>lo que estaba dormido sobre tu alma.&nbsp;</div><div><br></div><div>Es en ti la ilusión de cada día.&nbsp;</div><div>Llegas como el rocío a las corolas.&nbsp;</div><div>Socavas el horizonte con tu ausencia.&nbsp;</div><div>Eternamente en fuga como la ola.&nbsp;</div><div><br></div><div>He dicho que cantabas en el viento&nbsp;</div><div>como los pinos y como los mástiles.&nbsp;</div><div>Como ellos eres alta y taciturna.&nbsp;</div><div>Y entristeces de pronto, como un viaje.&nbsp;</div><div><br></div><div>Acogedora como un viejo camino.&nbsp;</div><div>Te pueblan ecos y voces nostálgicas.&nbsp;</div><div>Yo desperté y a veces emigran y huyen&nbsp;</div><div>pájaros que dormían en tu alma.</div>

Recuperamos las voces hispanoamericanas, los poemas universales.

Poemarios guarda los besos y los versos de Gabriela Mistral, y los silencios y los sonetos de Pablo Neruda, que semana a semana intentarán salir en busca de nuevos corazones a los que enamorar.

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