Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, Sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, En regiones contrarias, en un mediodía quemante, Eras sólo el aroma de los cereales que amo. 
Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa En Angol, a la luz de la luna de Junio, O eras tú la cintura de aquella guitarra Que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido. 
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De pronto Mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: Frente a mis ojos estabas, reinándome y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino. 

<div>Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo,&nbsp;</div><div>Sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura,&nbsp;</div><div>En regiones contrarias, en un mediodía quemante,&nbsp;</div><div>Eras sólo el aroma de los cereales que amo.&nbsp;</div><div><br></div><div>Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa&nbsp;</div><div>En Angol, a la luz de la luna de Junio,&nbsp;</div><div>O eras tú la cintura de aquella guitarra&nbsp;</div><div>Que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.&nbsp;</div><div><br></div><div>Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.&nbsp;</div><div>En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.&nbsp;</div><div>Pero yo ya sabía cómo era. De pronto&nbsp;</div><div>Mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:&nbsp;</div><div>Frente a mis ojos estabas, reinándome y reinas.&nbsp;</div><div>Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.&nbsp;</div>

Recuperamos las voces hispanoamericanas, los poemas universales.

Poemarios guarda los besos y los versos de Gabriela Mistral, y los silencios y los sonetos de Pablo Neruda, que semana a semana intentarán salir en busca de nuevos corazones a los que enamorar.

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