El ghosting es un fenómeno común en la era digital donde una persona corta toda comunicación con otra sin previo aviso ni explicación. Según un estudio de Ipsos, cuatro de cada diez españoles han experimentado el ghosting. 

María Orosan, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja, explica que el ghosting ocurre cuando alguien importante desaparece sin dar explicaciones, similar a un fantasma. Aunque este comportamiento puede darse en cualquier tipo de relación social, es más frecuente en relaciones de pareja debido a los vínculos más intensos.

Orosan sugiere que, aunque evitar a ciertas personas siempre ha sido parte de las relaciones humanas, las nuevas tecnologías han facilitado este comportamiento. Las plataformas digitales permiten bloquear o ignorar a otros con solo un clic, evitando la confrontación directa. Según el estudio de Ipsos, aproximadamente el 42% de los encuestados afirman haber practicado el ghosting para evitar confrontaciones o herir los sentimientos de alguien. Nuestra invitada señala que quienes practican el ghosting a menudo carecen de educación emocional y responsabilidad afectiva, prefiriendo evitar momentos incómodos en lugar de enfrentarlos de manera asertiva.

Las consecuencias del ghosting son perjudiciales tanto para quien lo sufre como para quien lo practica. La persona que es víctima de ghosting a menudo se queda con sentimientos de culpa, inseguridad y frustración, sin entender qué ha ocurrido. Por otro lado, quien realiza el ghosting lo hace porque no sabe gestionar sus emociones ni sus relaciones, lo que también le genera malestar.

Para quienes sufren ghosting, la psicóloga recomienda aceptar la realidad, dejar de interrogarse sobre el porqué y rodearse de personas que los apoyen. Sugiere también que es importante aprender a cerrar capítulos por uno mismo y no esperar explicaciones de la otra persona. Para quienes practican el ghosting, aconseja desarrollar una mejor educación emocional, aprender a gestionar las emociones y ser valientes para enfrentar las situaciones incómodas.

El fenómeno también se relaciona con el “síndrome de Houdini”, un término que describe a personas que evitan involucrarse en relaciones por miedo o inseguridad. Además, se introduce el término “Casper”, acuñado por el psicólogo Marcos Travers, que describe una versión más gradual del ghosting, donde la persona da pequeños pasos para distanciarse, haciendo que el final de la relación sea menos abrupto pero igualmente doloroso y confuso para la otra persona.

Orosan concluye que el ghosting es más prevalente entre personas de 20 a 40 años, quienes están más activas en redes sociales y en etapas de conocer a posibles parejas. La clave para evitar el ghosting y sus variantes radica en una mejor educación emocional, la gestión de las propias emociones y la valentía para enfrentar las situaciones difíciles de manera directa y honesta.

El ghosting es un fenómeno común en la era digital donde una persona corta toda comunicación con otra sin previo aviso ni explicación. Según un estudio de Ipsos, cuatro de cada diez españoles han experimentado el ghosting. 
María Orosan, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja, explica que el ghosting ocurre cuando alguien importante desaparece sin dar explicaciones, similar a un fantasma. Aunque este comportamiento puede darse en cualquier tipo de relación social, es más frecuente en relaciones de pareja debido a los vínculos más intensos.
Orosan sugiere que, aunque evitar a ciertas personas siempre ha sido parte de las relaciones humanas, las nuevas tecnologías han facilitado este comportamiento. Las plataformas digitales permiten bloquear o ignorar a otros con solo un clic, evitando la confrontación directa. Según el estudio de Ipsos, aproximadamente el 42% de los encuestados afirman haber practicado el ghosting para evitar confrontaciones o herir los sentimientos de alguien. Nuestra invitada señala que quienes practican el ghosting a menudo carecen de educación emocional y responsabilidad afectiva, prefiriendo evitar momentos incómodos en lugar de enfrentarlos de manera asertiva.
Las consecuencias del ghosting son perjudiciales tanto para quien lo sufre como para quien lo practica. La persona que es víctima de ghosting a menudo se queda con sentimientos de culpa, inseguridad y frustración, sin entender qué ha ocurrido. Por otro lado, quien realiza el ghosting lo hace porque no sabe gestionar sus emociones ni sus relaciones, lo que también le genera malestar.
Para quienes sufren ghosting, la psicóloga recomienda aceptar la realidad, dejar de interrogarse sobre el porqué y rodearse de personas que los apoyen. Sugiere también que es importante aprender a cerrar capítulos por uno mismo y no esperar explicaciones de la otra persona. Para quienes practican el ghosting, aconseja desarrollar una mejor educación emocional, aprender a gestionar las emociones y ser valientes para enfrentar las situaciones incómodas.
El fenómeno también se relaciona con el “síndrome de Houdini”, un término que describe a personas que evitan involucrarse en relaciones por miedo o inseguridad. Además, se introduce el término “Casper”, acuñado por el psicólogo Marcos Travers, que describe una versión más gradual del ghosting, donde la persona da pequeños pasos para distanciarse, haciendo que el final de la relación sea menos abrupto pero igualmente doloroso y confuso para la otra persona.
Orosan concluye que el ghosting es más prevalente entre personas de 20 a 40 años, quienes están más activas en redes sociales y en etapas de conocer a posibles parejas. La clave para evitar el ghosting y sus variantes radica en una mejor educación emocional, la gestión de las propias emociones y la valentía para enfrentar las situaciones difíciles de manera directa y honesta.

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