En los últimos dos años, Ucrania ha estado sumida en un conflicto devastador tras la invasión por parte de Rusia, ordenada por el presidente Vladimir Putin el 24 de febrero de 2022. Este conflicto ha dejado un saldo desgarrador, con más de 10,300 civiles muertos y una infraestructura destrozada que requeriría una inversión colosal de más de 450 mil millones de euros para reconstruir, según datos de las Naciones Unidas. 

A pesar de que las cifras de víctimas han disminuido desde los primeros meses del conflicto, aún persiste una crisis humanitaria sin precedentes, con más de 3.7 millones de desplazados internos y un promedio de más de 100 civiles muertos al mes. 

Este segundo aniversario marca un sombrío recordatorio de la tragedia que ha asolado a Ucrania y de la necesidad urgente de encontrar una solución para poner fin al conflicto y restaurar la estabilidad en la región.

Hablamos con Ruth Ferrero Turrión, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Destaca la desigualdad de capacidades entre Ucrania y Rusia, así como la implicación de potencias occidentales en la provisión de ayuda militar y financiera al país. Sin embargo, señala las tensiones y limitaciones en el compromiso de estas potencias, exacerbadas por la fatiga de guerra y las diferencias estratégicas entre Ucrania y sus aliados. 

La falta de avances significativos en el terreno y la persistencia de la crisis humanitaria plantean desafíos sustanciales para la resolución del conflicto y la restauración de la paz en la región.

También hablamos con Andriy Shyrochenkov profesor de español, ofrece una visión desde el corazón de Ucrania sobre cómo el conflicto ha afectado la vida cotidiana en el país. 

Aunque Kiev aparenta cierta normalidad, los constantes bombardeos generan miedo y estrés, especialmente durante los refugios en el metro. También destaca el impacto personal del conflicto, incluida la creciente demanda de clases de español debido al aumento de refugiados ucranianos en España. 

En cuanto a los desafíos actuales que enfrenta Ucrania, se destaca la necesidad urgente de más armamento y defensa aérea para resistir en el frente. La defensa de las ciudades y la protección de la población civil son prioridades cruciales en medio de la continua agresión rusa.

Además, hace un llamado al mundo para que no olvide la tragedia en curso y continúe apoyando a Ucrania con recursos financieros y militares. La resolución pacífica y duradera del conflicto sigue siendo incierta, pero es fundamental mantener la presión internacional y explorar todas las vías posibles para alcanzar una solución negociada que ponga fin al sufrimiento del pueblo ucraniano.

El conflicto en Ucrania representa una crisis humanitaria y política de larga duración, con consecuencias devastadoras para la población y la estabilidad regional. A medida que el país entra en su tercer año de conflicto, la necesidad de encontrar una solución pacífica y duradera es más urgente que nunca.

En los últimos dos años, Ucrania ha estado sumida en un conflicto devastador tras la invasión por parte de Rusia, ordenada por el presidente Vladimir Putin el 24 de febrero de 2022. Este conflicto ha dejado un saldo desgarrador, con más de 10,300 civiles muertos y una infraestructura destrozada que requeriría una inversión colosal de más de 450 mil millones de euros para reconstruir, según datos de las Naciones Unidas. 
A pesar de que las cifras de víctimas han disminuido desde los primeros meses del conflicto, aún persiste una crisis humanitaria sin precedentes, con más de 3.7 millones de desplazados internos y un promedio de más de 100 civiles muertos al mes. 
Este segundo aniversario marca un sombrío recordatorio de la tragedia que ha asolado a Ucrania y de la necesidad urgente de encontrar una solución para poner fin al conflicto y restaurar la estabilidad en la región.
Hablamos con Ruth Ferrero Turrión, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Destaca la desigualdad de capacidades entre Ucrania y Rusia, así como la implicación de potencias occidentales en la provisión de ayuda militar y financiera al país. Sin embargo, señala las tensiones y limitaciones en el compromiso de estas potencias, exacerbadas por la fatiga de guerra y las diferencias estratégicas entre Ucrania y sus aliados. 
La falta de avances significativos en el terreno y la persistencia de la crisis humanitaria plantean desafíos sustanciales para la resolución del conflicto y la restauración de la paz en la región.
También hablamos con Andriy Shyrochenkov profesor de español, ofrece una visión desde el corazón de Ucrania sobre cómo el conflicto ha afectado la vida cotidiana en el país. 
Aunque Kiev aparenta cierta normalidad, los constantes bombardeos generan miedo y estrés, especialmente durante los refugios en el metro. También destaca el impacto personal del conflicto, incluida la creciente demanda de clases de español debido al aumento de refugiados ucranianos en España. 
En cuanto a los desafíos actuales que enfrenta Ucrania, se destaca la necesidad urgente de más armamento y defensa aérea para resistir en el frente. La defensa de las ciudades y la protección de la población civil son prioridades cruciales en medio de la continua agresión rusa.
Además, hace un llamado al mundo para que no olvide la tragedia en curso y continúe apoyando a Ucrania con recursos financieros y militares. La resolución pacífica y duradera del conflicto sigue siendo incierta, pero es fundamental mantener la presión internacional y explorar todas las vías posibles para alcanzar una solución negociada que ponga fin al sufrimiento del pueblo ucraniano.
El conflicto en Ucrania representa una crisis humanitaria y política de larga duración, con consecuencias devastadoras para la población y la estabilidad regional. A medida que el país entra en su tercer año de conflicto, la necesidad de encontrar una solución pacífica y duradera es más urgente que nunca.

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