‘Biden se retira’, así de contundente titulaba el ‘New York Times’, la noticia que ha dado la vuelta al mundo copaba las portadas de toda la prensa internacional. ‘Biden renuncia como candidato y deja al partido demócrata achicando agua a 4 meses de las urnas’; La despedida de Biden: vota Harris, dicen en Italia (Corriere della Sera); o Biden cede y renuncia a la reelección. Son como digo algunos de los titulares de los medios más destacados.

El demócrata ha tirado la toalla con un mensaje en las redes sociales a menos de cuatro meses de las elecciones y tras semanas de presiones para que abandonara la carrera presidencial. La elegida, de momento, para suceder a Biden ha sido su vicepresidenta, Kamala Harris. 

Analizamos la decisión de Biden con Francisco Lara, profesor titular de Organización de Empresas en la Universidad Católica de América en Washington DC y ex vicerrector de relaciones internacionales en la Universidad Católica de Valencia. Considera que la retirada de Biden no se toma como una decisión meditada, sino como una respuesta forzada por las presiones internas y externas sobre su candidatura.

Indica que varios factores críticos influyen en la decisión de Biden. La presión dentro del Partido Demócrata es creciente, con varios senadores y donantes importantes mostrando insatisfacción con la campaña. La recaudación de fondos de Biden queda rezagada frente a la de Donald Trump, evidenciando la debilidad de su candidatura en el contexto electoral actual. Además, el reciente debate presidencial revela deficiencias significativas en la capacidad de Biden para debatir efectivamente en los próximos meses, lo que juega un papel crucial en su decisión de retirarse.

Resalta que el debate de junio resulta particularmente revelador. Los lapsus y errores cometidos por Biden durante el debate generan una reacción negativa en los medios de comunicación y el electorado, mostrando que Biden no está en condiciones de afrontar una campaña presidencial completa. El contraste con Donald Trump, quien sale fortalecido tras un intento de atentado contra su vida, complica aún más la situación para el Partido Demócrata. La retirada de Biden a menos de cuatro meses de las elecciones genera incertidumbre sobre el nuevo candidato del partido.

Kamala Harris, la actual vicepresidenta, es propuesta por Biden como su sucesora. Sin embargo, Lara cuestiona si Harris es la mejor opción para enfrentar a Trump. Aunque tiene un historial notable, incluyendo su trabajo en la fiscalía de California y su activismo en temas de justicia social, la percepción cultural y política en Estados Unidos puede ser un obstáculo significativo para ella. Lara argumenta que, a pesar del progreso, la sociedad estadounidense sigue enfrentando desafíos en términos de racismo y machismo, lo que puede dificultar la candidatura de una mujer afroamericana.

El proceso para seleccionar al nuevo candidato demócrata es inédito y está marcado por desafíos. La Convención Demócrata, programada para finales de agosto, es el foro donde se elegirá al candidato definitivo para las elecciones de noviembre. Aunque Kamala Harris cuenta con el apoyo de figuras prominentes del partido, incluyendo la familia Clinton, hay una falta de unanimidad dentro del Partido Demócrata. Algunos sectores del partido consideran a otros posibles candidatos, reflejando una división interna significativa.

Sobre la posibilidad de que Michelle Obama pueda ser una candidata más fuerte, Lara comenta que, aunque su prestigio y popularidad son notables, su falta de experiencia política directa puede ser un impedimento. La decisión final sobre el candidato demócrata resulta crucial no solo para el futuro inmediato del partido, sino también para el equilibrio del poder en las próximas elecciones presidenciales.

A medida que se acercan las elecciones de noviembre, la carrera sigue siendo impredecible. Aunque Trump lidera actualmente en las encuestas, el panorama electoral puede cambiar rápidamente. Con la candidatura demócrata aún en flujo, los próximos meses serán decisivos para determinar cómo se configura la competencia presidencial.

‘Biden se retira’, así de contundente titulaba el ‘New York Times’, la noticia que ha dado la vuelta al mundo copaba las portadas de toda la prensa internacional. ‘Biden renuncia como candidato y deja al partido demócrata achicando agua a 4 meses de las urnas’; La despedida de Biden: vota Harris, dicen en Italia (Corriere della Sera); o Biden cede y renuncia a la reelección. Son como digo algunos de los titulares de los medios más destacados.
El demócrata ha tirado la toalla con un mensaje en las redes sociales a menos de cuatro meses de las elecciones y tras semanas de presiones para que abandonara la carrera presidencial. La elegida, de momento, para suceder a Biden ha sido su vicepresidenta, Kamala Harris. 
Analizamos la decisión de Biden con Francisco Lara, profesor titular de Organización de Empresas en la Universidad Católica de América en Washington DC y ex vicerrector de relaciones internacionales en la Universidad Católica de Valencia. Considera que la retirada de Biden no se toma como una decisión meditada, sino como una respuesta forzada por las presiones internas y externas sobre su candidatura.
Indica que varios factores críticos influyen en la decisión de Biden. La presión dentro del Partido Demócrata es creciente, con varios senadores y donantes importantes mostrando insatisfacción con la campaña. La recaudación de fondos de Biden queda rezagada frente a la de Donald Trump, evidenciando la debilidad de su candidatura en el contexto electoral actual. Además, el reciente debate presidencial revela deficiencias significativas en la capacidad de Biden para debatir efectivamente en los próximos meses, lo que juega un papel crucial en su decisión de retirarse.
Resalta que el debate de junio resulta particularmente revelador. Los lapsus y errores cometidos por Biden durante el debate generan una reacción negativa en los medios de comunicación y el electorado, mostrando que Biden no está en condiciones de afrontar una campaña presidencial completa. El contraste con Donald Trump, quien sale fortalecido tras un intento de atentado contra su vida, complica aún más la situación para el Partido Demócrata. La retirada de Biden a menos de cuatro meses de las elecciones genera incertidumbre sobre el nuevo candidato del partido.
Kamala Harris, la actual vicepresidenta, es propuesta por Biden como su sucesora. Sin embargo, Lara cuestiona si Harris es la mejor opción para enfrentar a Trump. Aunque tiene un historial notable, incluyendo su trabajo en la fiscalía de California y su activismo en temas de justicia social, la percepción cultural y política en Estados Unidos puede ser un obstáculo significativo para ella. Lara argumenta que, a pesar del progreso, la sociedad estadounidense sigue enfrentando desafíos en términos de racismo y machismo, lo que puede dificultar la candidatura de una mujer afroamericana.
El proceso para seleccionar al nuevo candidato demócrata es inédito y está marcado por desafíos. La Convención Demócrata, programada para finales de agosto, es el foro donde se elegirá al candidato definitivo para las elecciones de noviembre. Aunque Kamala Harris cuenta con el apoyo de figuras prominentes del partido, incluyendo la familia Clinton, hay una falta de unanimidad dentro del Partido Demócrata. Algunos sectores del partido consideran a otros posibles candidatos, reflejando una división interna significativa.
Sobre la posibilidad de que Michelle Obama pueda ser una candidata más fuerte, Lara comenta que, aunque su prestigio y popularidad son notables, su falta de experiencia política directa puede ser un impedimento. La decisión final sobre el candidato demócrata resulta crucial no solo para el futuro inmediato del partido, sino también para el equilibrio del poder en las próximas elecciones presidenciales.
A medida que se acercan las elecciones de noviembre, la carrera sigue siendo impredecible. Aunque Trump lidera actualmente en las encuestas, el panorama electoral puede cambiar rápidamente. Con la candidatura demócrata aún en flujo, los próximos meses serán decisivos para determinar cómo se configura la competencia presidencial.

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