La Unión Europea ha implementado una nueva normativa para reducir el uso de plásticos de un solo uso. El objetivo es reducir el elevado número de envases que se utilizan a diario. Se estima que entre 2009 y 2020 el volumen total creció un 20%, según fuentes de Eurostat. Por otro lado, en 2021 los envases generaron 84 millones de toneladas de basura (el 20% de plástico).

Aunque no de forma inmediata, con esta nueva normativa van a desaparecer una infinidad de paquetes y envases plásticos. Para 2030, los restaurantes, supermercados, hoteles y otros establecimientos deberán sacar de la circulación este tipo de envases unidosis y ofrecerles una alternativa al consumidor, permitiendo rellenar sus propios envases. 

Hablamos con Julio Barea, responsable de residuos de Greenpeace. Según Barea, la normativa tiene como objetivo principal reducir la contaminación por residuos, particularmente la generada por los plásticos de un solo uso. Este problema no solo afecta a los ecosistemas, sino que también tiene implicaciones económicas y de salud a nivel global. La nueva ley busca unificar la legislación en toda la Unión Europea y establecer objetivos comunes para la reducción de residuos plásticos.

En cuanto a la implementación de la normativa, Barea señala que se espera que las empresas adopten sistemas de reutilización y retorno de envases. Esta medida podría contribuir no solo a reducir la generación de residuos, sino también a crear empleo y fomentar prácticas más sostenibles.

Sin embargo, Barea también señala algunas deficiencias en la normativa, como la falta de ambición en los objetivos y la dilación en su implementación. Aunque la normativa representa un paso en la dirección correcta, se necesitan medidas más audaces y rápidas para abordar el problema de la contaminación por plásticos.

En cuanto a la situación de España, Barea reconoce que el país aún tiene mucho camino por recorrer en términos de reducción de residuos y promoción de prácticas sostenibles. Aunque se han realizado algunos avances, como la implementación de sistemas de retorno de envases en algunas regiones, todavía hay mucho por hacer para cumplir con los objetivos establecidos por la legislación europea.

La nueva normativa europea sobre residuos plásticos representa un paso importante hacia la reducción de la contaminación por plásticos de un solo uso. Sin embargo, se necesitan medidas más ambiciosas y rápidas para abordar este problema de manera efectiva y garantizar un futuro más sostenible para todos.

La Unión Europea ha implementado una nueva normativa para reducir el uso de plásticos de un solo uso. El objetivo es reducir el elevado número de envases que se utilizan a diario. Se estima que entre 2009 y 2020 el volumen total creció un 20%, según fuentes de Eurostat. Por otro lado, en 2021 los envases generaron 84 millones de toneladas de basura (el 20% de plástico).
Aunque no de forma inmediata, con esta nueva normativa van a desaparecer una infinidad de paquetes y envases plásticos. Para 2030, los restaurantes, supermercados, hoteles y otros establecimientos deberán sacar de la circulación este tipo de envases unidosis y ofrecerles una alternativa al consumidor, permitiendo rellenar sus propios envases. 
Hablamos con Julio Barea, responsable de residuos de Greenpeace. Según Barea, la normativa tiene como objetivo principal reducir la contaminación por residuos, particularmente la generada por los plásticos de un solo uso. Este problema no solo afecta a los ecosistemas, sino que también tiene implicaciones económicas y de salud a nivel global. La nueva ley busca unificar la legislación en toda la Unión Europea y establecer objetivos comunes para la reducción de residuos plásticos.
En cuanto a la implementación de la normativa, Barea señala que se espera que las empresas adopten sistemas de reutilización y retorno de envases. Esta medida podría contribuir no solo a reducir la generación de residuos, sino también a crear empleo y fomentar prácticas más sostenibles.
Sin embargo, Barea también señala algunas deficiencias en la normativa, como la falta de ambición en los objetivos y la dilación en su implementación. Aunque la normativa representa un paso en la dirección correcta, se necesitan medidas más audaces y rápidas para abordar el problema de la contaminación por plásticos.
En cuanto a la situación de España, Barea reconoce que el país aún tiene mucho camino por recorrer en términos de reducción de residuos y promoción de prácticas sostenibles. Aunque se han realizado algunos avances, como la implementación de sistemas de retorno de envases en algunas regiones, todavía hay mucho por hacer para cumplir con los objetivos establecidos por la legislación europea.
La nueva normativa europea sobre residuos plásticos representa un paso importante hacia la reducción de la contaminación por plásticos de un solo uso. Sin embargo, se necesitan medidas más ambiciosas y rápidas para abordar este problema de manera efectiva y garantizar un futuro más sostenible para todos.

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Explicamos la nueva normativa para reducir el uso de plásticos de un solo uso

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