En los 2000, Jorge González intenta reconstruirse. Luego de internarse en Cuba, regresa a Chile decidido a ser él otra vez, y toma una decisión inesperada: reunir a Los Prisioneros originales, después de once años de la renuncia de Claudio Narea. Un plan de ensayos y encuentros secretos para lograr lo que nadie ha hecho: llenar el Estadio Nacional dos noches consecutivas. Aunque regresar nunca es algo sencillo, y pronto las tensiones y los resentimientos del pasado volverán a surgir, esta vez ante los ojos de todo un país.