Era el partido más importante de lo que llevamos de temporada, y cumplió con creces. Victoria fantástica de los Cavaliers ante unos Thunder que echaron en falta el dominio de Chet Holmgren y la defensa de Caruso. Firmarían unas Finales de la NBA brillantes, aunque quizá necesitemos crear la Copa Stern para subir un poco las cifras de audiencias.