Los Sixers no levantan cabeza. Tienen el peor récord de la NBA y deben obrar el milagro si quieren acabar la temporada en positivo. La vuelta de Joel Embiid no parece suficiente, y menos si Paul George es baja otra vez. Situación muy diferente en Los Ángeles: Dalton Knecht parece la pieza final para encajar el puzzle de JJ Redick y el MVP de Anthony Davis cada día es más posible.