El Cártel Jalisco Nueva Generación no sólo es una agrupación dedicada a traficar drogas, migrantes y armas, los tres mercados ilícitos más lucrativos del mundo. Es también una máquina bien aceitada y diseñada para ganar elecciones con el objetivo de incrementar el poder de su dirigente Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”.
En entrevista exclusiva con el periodista Chris Dalby, Nación Criminal indagó en sus hallazgos durante la investigación que dio pie a su nuevo libro “CJNG: El cartel más peligroso de México”. Su relato sobre cómo y por qué el Cártel Jalisco Nueva Generación gana elecciones es estremecedor.
¿Por qué? El periodista asegura que el Cártel Jalisco aborda cada nueva elección como una nueva forma de reestablecer su control, hasta en municipios donde este control no está amenazado. Es decir, incluso donde nadie les disputa la plaza, la gente que responde al mando del “Mencho” usa una violencia extrema que es innecesaria, pero que les sirve para mandar el mensaje de plata o plomo.
Y lo hacen con un objetivo en la mente de cada jefe de plaza: que cualquier alcalde que gane, le deje ver a los líderes del grupo criminal los detalles económicos de cada municipio, con el objetivo de que el cártel sepa exactamente cómo sacarle el mejor provecho, un nivel de detalle que no hace ninguna otra agrupación delictiva en México.
Insisto: el periodista Chris Dalby encontró y publicó en su nuevo libro “CJNG: El cartel más peligroso de México” que esta agrupación criminal financia campañas políticas con el objetivo primario de desnudar a los municipios y ver todo lo que pueden obtener económicamente doblándolos, pero no quebrándolos. Llevando siempre a los habitantes de un municipio al extremo de la tolerancia de la extorsión.
El Cártel Jalisco coloca alcaldes en sus territorios para que éstos les abran todos los indicadores económicos. Y que el jefe de plaza local sepa exactamente qué negocios hacer. Por acá, el control del rastro municipal; más allá, el de los mercados y tianguis.
De este lado, se puede obligar a los empresarios locales a hacer empresas fantasmas; de este otro lado, explotar las riquezas naturales del pueblo. Cada vez que financian una campaña, y la candidatura triunfa, tienen un libro abierto sobre cómo ganar dinero con el territorio, incluso aunque sea muy pobre. La ventaja empresarial que nadie más tiene.
Este esquema, asegura Chris Dalby, es algo nunca antes visto en el mundo criminal. Un modelo criminal que cada vez más grupos han aprendido.
Bienvenidos a la era del Cártel Jalisco como instituto criminal.