La máscara es lo más sagrado para los luchadores mexicanos, pero antes de que se convirtiera en un icono de la cultura mexicana, luchadores extranjeros probaron suerte subiendo al ring enmascarados. Eso marcó un antes y un después en la lucha libre Mexicana, haciendo que más luchadores, como El Murciélago Enmascarado, introdujeran el elemento de la teatralidad al ring, elevando el espectáculo a niveles nunca antes vistos.