En los años 50, Surgió una luchadora que se convirtió en una leyenda de la lucha libre femenil: ¡Irmaaa Goonzález! A pesar de enfrentar la falta de aceptación del público y la prohibición que impedía a las mujeres luchar en el Distrito Federal, Irma logró abrirse paso en el deporte. Su perseverancia y talento la convirtieron en un ícono del pancracio, desafiando barreras y abriendo camino para futuras generaciones de luchadoras.