En los años 90, surgió una nueva empresa de lucha libre en México: La AAA, fundada por Antonio Peña. Este hombre revolucionó el espectáculo con decenas de innovaciones. Antonio Peña sabía que la lucha libre era un espectáculo más allá de las arenas. Eso empató perfecto con el regreso de las luchas a la televisión mexicana. Por si fuera poco, en esos años también surgió una nueva generación de luchadores liderada por El Hijo del Santo. La modernización que impulsó Antonio Peña, la televisión y las familias luchísticas le dieron una nueva era dorada a la lucha libre mexicana.