Parecía imposible hacer una tanda de penaltis peor que Japón. Pero ahí está Españita y la ausencia de la autocrítica y el gol. Al menos nos quedan las columnas de Mariano Rajoy y las explicaciones de memes. Se acabó el Mundial para la generación de los azpilicuetos, y corre peligro el estatus de Cristiano Ronaldo.