Estamos bien, aunque no tanto como Ferran Torres. Seguro que sientan genial los baños de agua helada, pero no seremos nosotros quienes los prueben. Cuidado con no querer comprarle un balón a tu hijo o se convertirá en Mikel Merino. Hemos vivido otra obra cumbre del italianismo: empate en el último minuto con gran pase de Calafiori al otro que ha metido gol. Italia es Italia pero Croacia también era Croacia hasta que les han eliminado.